Desde
principios del siglo XVIII se producen en Inglaterra Holanda y Dinamarca una serie de transformaciones en la agricultura que denominamos Revolución agrícola :
- Rotación de cultivos.
- Aumento de la cabaña ganadera.
- Especialización productiva.
- Introducción de la maquinaria.
Y, al mismo tiempo, el Parlamento establece la venta de las tierras comunales, grandes fincas propiedad de alguna comunidad (aldea, pueblo, ciudad) dedicadas a pastos y bosque donde cualquier habitante o vecino podía aprobechar gratuitamente para alimentar su ganado o recoger leña, que fueron adquiridas por los nobles y burgueses.
En
este enlace del blog historiacontemporanea-tomperez.blogspot.com se
presentan dos esquemas que pueden ayudar a comprender los
cambios en la agricultura inglesa (el sistema Norfolk y los "cercamientos)
que impulsaron un incremento de la producción agrícola y la mejora en la calidad
y variedad de los alimentos, previos a la Revolución Industrial
http://historiacontemporanea-tomperez.blogspot.com/2011/01/la-revolucion-agricola.html
¿Influyó la
revolución agrícola en la industrialización? Para algunos autores fué asi (Ph. Deane, La Primera Revolución
Industrial. 1965) señala que la revolución agrícola contribuyó a la
efectividad de la primera revolución industrial principalmente de tres formas:
-
Alimentando a la creciente población y, sobre todo, a la población de los centros industriales.
- Aumentando la capacidad adquisitiva de los campesinos que permitía la compra de los productos de la industria.
- Y, suministrando una parte importante del capital necesario para financiar la industrialización.
Como resultado de esta transformación agraria los campesinos más pobres y los jornaleros tienen que abandonar el campo y trasladarse a la ciudad en busca de trabajo en las nuevas fábricas. La abundancia de mano de obra que se concentra en las ciudades es aprovechada por los dueños de las fábricas (los capitalistas industriales), que contratan a los obreros por salarios miserables.
Niños trabajadores en una mina de carbón en EE.UU (1908-1912). Obra del fotógrafo Lewis Hine. |
La situación de estos trabajadores
es dura: sometidos a una jornada laboral agotadora que no baja de las 14 horas
diarias, trabajando sábados en jornada completa, y domingos hasta el mediodía.
El sueldo que reciben apenas les da para comer y, a fin de pagar todavía menos,
los industriales contratan a mujeres y niños por la mitad del salario.
Las fábricas
eran sucias, húmedas, oscuras, poco ventiladas y ruidosas (debemos recordar el
empleo en ellas de las máquinas de vapor y también la escasa preocupación de
los patrones por las condiciones laborales de sus empleados). La masa
trabajadora viste andrajos, habita en enormes suburbios (formados por los barracones donde vivían los
operarios de esa fábrica) superpoblados,
sucios y conflictivos, arrasados cíclicamente por las epidemias de tifus y
cólera, y su esperanza media de vida no suele superar los 40 años.
Vista de Manchester, primeras décadas del s XIX. |
Muchos matrimonios obreros no
pueden alimentar a sus hijos y se ven obligados a abandonarlos en instituciones
como los orfelinatos, que pronto se vieron sobrecargadas de niños y comenzaron a venderlos a las fábricas,
convirtiéndolos así en verdaderos esclavos que trabajaban sólo a cambio de la
alimentación.
Recordemos
a Ch. Dickens (1812-1870), quien recrea los inicios de la Revolución Industrial ,
el proceso de éxodo rural, y la nueva ciudad industrial con sus barrios obreros
y burgueses, las condiciones laborales de los obreros (niños y mujeres
incluídas) en Oliver Twist, Tiempos Difíciles, Casa desolada, etc.Para saber algo más del trabajo infantil os dejo el enlace con un blog muy interesante del
profesor José Luis Trujillo Rodríguez. I.E.S. José Saramago (Humilladero,
Málaga)
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